Mostrando entradas con la etiqueta Dominique Demers. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Dominique Demers. Mostrar todas las entradas

domingo, 2 de noviembre de 2008

es la revolución de los sentidos


Pareciera que nada vale la pena…

Ellos ayudan y los matan. ¿Por qué?
Quisiera que nos cuidaran, quisiera que fuéramos intocables, quisiera ser inmortal.

Cuando vivía en Sri Lanka, tenía la fuerte convicción de que mi camisa con el Logo de una ONG y el color de mi piel me protegían, verdaderamente lo pensaba, sentía que con el algodón de la camisa y mis 3 milímetros de blanquecina epidermis era invencible.

Ingenua, sí, era muy ingenua.

Pero parece que cada día hay más ingenuos al sur del mundo, más hombres y mujeres que quieren cooperar, que creen poder ayudar, que desean cambiar el orden de las cosas, que quieren revertir el caos del mundo, que pretenden enriquecer lo empobrecido, alimentar lo mal nutrido, reconstruir lo destruido.

Revivir lo muerto.

¿Qué pensarán los asesinos cuando matan?
¿…qué pensarán los asesinos cuando matan a un inocente?

El lado opuesto del amor, no es el odio… es la muerte.

La muerte es la única manera de apagar la llama del amor.
Pero este amor, el de los que ayudan… se contagia, se dispersa, se aviva, estalla en mil pedazos cuando muere… y fortalece y engrandece a otros ingenuos…

Y nos hace pensar… que todo vale la pena.
Sámuel, él aún vive, tiene su brazo y su piernita discapacitados por heridas de balas, tiene 8 años, es mi alumno en Liberia.

Esta semana ha sido operado de su brazo en Mercy Ship, para que recupere la movilidad.

pareciera que todo cobra sentido


Hace tiempo un camión demoledor aplastó a Rachel, una pacifista que intentaba detener la máquina israelí para que no demoliera las casas palestinas.
No sé cómo se llamaba el conductor de la demoledora, el que mató, el que la vio de frente, el que siguió sin detenerse. Ella se llamaba Rachel.

Hace unos años murió Ricardo del Comite Internacional De la Cruz Roja en Afganistán…

Hace un año murieron 17 personas que trabajaban con Acción Contra el Hambre, en Trincomalee, Sri Lanka. Los ejecutaron con su camiseta de humanitario puesta, en la base de su organización en Muttur. Fueron militares cingaleses sin identidad.

Esto sucede cada vez con más frecuencia.

Pareciera que nada vale la pena…